Butlletí 39

Núm. 39 Abril 2002

Conferencia de Philip Erdberg en la Universidad de Barcelona

El pasado fin de semana tuvimos de nuevo el placer de contar entre nosotros con la presencia del Dr. Ph. Erdberg, quien, con un lenguaje tan sencillo como de costumbre, nos entusiasmó con aspectos todos ellos relacionados con el test de Rorschach. El viernes 8 de febrero, e inscrita en el postgrado Avaluació Dinámica de la Personalidad, el Dr. Erdberg nos ofreció la conferencia titulada La planificación terapéutica en el diagnóstico infantil.

En primer lugar, Erdberg describió algunas de las ventajas del Rorschach: es el único instrumento que puede administrarse a lo largo de toda la vida; permite estudiar la evolución de las variables a lo largo de los años; no son necesarias normas específicas para cada uno de los sexos y no se ve interferido por diferencias interculturales. Como desventajas, se mencionó el largo tiempo necesario tanto para el aprendizaje del manejo del test, como para la administración y codificación del mismo.

A continuación, se nos describió los dos enfoques con los que puede abordarse el Rorschach. Desde un enfoque empírico, la tarea que se pide al sujeto al que se administra el Rorschach es considerada como un problema perceptivo cognitivo. Mediante estudios de validez se intentan relacionar ciertas variables con conductas del mundo real. Desde esta perspectiva, importa más la estructura que el contenido de las respuestas. Por el contrario, desde el enfoque psicodinámico, la situación del test es entendida como una oportunidad para la asociación libre y la expresión de fantasías. Utilizando la teoría psicodinámica, podremos establecer hipótesis que relacionen los contenidos de las respuestas con estados internos del sujeto. Desde esta otra perspectiva, importa más el contenido que la estructura. Ambos enfoques son complementarios y su unión convierte al Rorschach en un poderoso instrumento.

Erdberg relacionó algunas variables del Rorschach con los niños. En referencia a los estilos vivenciales, mencionó que a la edad de 6 años no hay introversivos, a los 12 años aparece un 20% y a los 16, se encuentra un 33% de introversivos. En cuanto al afecto, se ha comprobado que la proporción afectiva (Afr) es una variable que aparece elevada en los niños, y que su valor va disminuyendo con la edad. Por lo que respecta al autoconcepto, el Dr. Erdberg recordó que si el índice de egocentrismo > .45, la persona se concibe a sí misma como el centro del mundo. Si es >.33 y < .44, el sujeto se percibe a sí mismo y a los demás en un plano de igualdad. Si el egocentrismo < .33, el sujeto concibe a los demás como más importantes que él, lo cual es típico de sujeto deprimidos, como ejemplo. A los 6 años, la media del índice de egocentrismo es de .67; a los 12 de .54; a los 16 de .43 y en la edad adulta, la media del índice de egocentrismo es igual a .39. Estos datos coinciden con la teoría de Piaget. Por tanto, puede verse como el egocentrismo es otra de las variables que disminuye con el paso del tiempo.

A propósito del Rorschach en situaciones clínicas con niños, los principales motivos de consulta suelen ser dificultades en el aprendizaje o en el área de las relaciones interpersonales. Respecto a las dificultades de aprendizaje, el Rorschach puede aportar información sobre el estilo de procesar la información. Así, por ejemplo, un niño hipoincorporador resultaría ser alguien que pierde información, no alguien con falta de interés. En este sentido, podría aconsejarse como estrategia, el asegurarnos que el alumno disponga de una agenda con el calendario de los deberes, que los padres supervisen dicha agenda, es decir, asegurar que no se pierde información. En cuanto a las dificultades en el área de las relaciones interpersonales, es interesante constatar las respuestas COP. Si COP > 3, puede afirmarse que el niño percibe con agrado las relaciones con los demás y será percibido por ellos como alguien agradable con quien estar. Por el contrario, si COP < 2, podrá deducirse que el niño no percibe las relaciones entre la gente como cooperativas. En este caso será visto por los demás como alguien no agradable. Erdberg comentó que a los maestros suelen gustarle los niños que puntúan COP y no les gustan los niños con COP = 0.

Resumit per Esther Aragón

 

Las relaciones entre el Rorschach y el DSM-IV

Seminario impartido por el Dr. Erdberg en la SCRIMP el día 8 de febrero de 2002 Para empezar el Dr. Erdberg se refirió al hecho de que el DSM-IV esté basado en un modelo categórico a la hora de describir los trastornos de personalidad, cuando de hecho todo hace suponer que éstos se corresponden más con un modelo dimensional. El modelo categórico se caracteriza por ser homogéneo, mútuamente excluyente y poseer líneas divisorias bien definidas, mientras que el dimensional se caracteriza por la flexibilidad adaptativa, no tiene líneas divisorias bien definidas y considera el contexto.

Según el Eje II del DSM-IV, los trastornos de personalidad quedarían agrupados en:

A. Grupo “raro”:

  1. Trastorno esquizoide de la personalidad
  2. Trastorno esquizotípico de la personalidad
  3. Trastorno paranoide de la personalidad

B. Grupo “dramático”:

  1. Trastorno histriónico de la personalidad
  2. Trastorno borderline de la personalidad
  3. Trastorno narcisista de la personalidad
  4. Trastorno antisocial de la personalidad

C. Grupo “ansioso”:

  1. Trastorno de la personalidad por evitación
  2. Trastorno de la personalidad por dependencia
  3. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Todos los sujetos correspondientes al grupo A aparecerían en el Rorschach como introversivos o muy introversivos.

Trastorno esquizoide de la personalidad

Se caracteriza por el déficit, más que por el conflicto. No suelen dar respuestas COP ni AG por que no tienen demasiado interés en las relaciones interpersonales. El índice de aislamiento social suele ser > .25, con muy pocos contenidos humanos. Los puntajes D y D Adj suelen 0 o positivos, por la falta de conflicto. No suelen tener una representación clara de los demás, por lo cual no necesariamente han de puntuar positivo en el CDI.

Trastorno esquizotípico de la personalidad

Sus protocolos Rorschach tienen más contenidos humanos. Pueden aparecer respuestas COP y AG. En las relaciones interpersonales manifiestan conflicto y confusión. El x+% es inferior que en los esquizoides pero debido a las respuestas de calidad formal (-). Por eso, el XA% suele ser bastante adecuado. Son percibidos por los demás como idiosincráticos, pero no seriamente trastornados. La puntuación a los FFEE suele estar entre 15 y 30, pero no aparecen más de dos respuestas de nivel 2.

Trastorno paranoide de la personalidad

Pueden diferenciarse dos tipos: un paranoide más activo, con un sistema delirante egodistónico y el paranoide menos activo, con un sistema delirante egosintónico. El paranoide egodistónico realiza mucho esfuerzo en escudriñar el entorno, pues existe sensación de amenaza y peligro. Suele ser un sujeto hiperincorporador, con Zf > 12. Tanto el contenido humano total, como las respuestas COP y AG están elevadas, pudiendo aparecer estas dos últimas variables simultáneamente. El paranoide egosintónico es un sujeto que puede aparecer como “normal” tanto en el Rorschach como el MMPI, pues el delirio puede estar muy encapsulado y no manifestarse durante la administración del test. No aparece conflicto en este caso, pues el sujeto está tan convencido de su delirio, que no siente la necesidad de convencer a los demás.

Trastorno histriónico de la personalidad

Suelen tener un índice de Aislamiento > 4.5. A menudo aparecen en los protocolos del Rorschach respuestas de reflejo y respuestas PER infantiles, es decir, que no tienen el objetivo de desvalorizar al examinador. Estas PER se relacionarían con la idealización de los autores Cooper y Arnow. Suelen resultar seductores en su interacción con los demás. DQ v >2 con frecuencia, por el modo impresionista de describir el entorno. C pura >1 y CF+C>FC. El histriónico es típicamente extratensivo.

Trastorno narcisista de la personalidad

Según Gabbard podrían diferenciarse dos tipos de narcisistas: el narcisista ignorador y el hipervigilante. El narcisista ignorador es un sujeto exhibicionista, arrogante, que quiere ser el centro de atención. Se considera mejor que los demás. En sus Rorschach aparece con frecuencia alguna respuesta de reflejo y alguna PER que desvaloriza directamente al examinador. Según Cooper y Arnow en el narcisismo ignorador aparecería un tipo especial de idealización: la omnipotencia o idealización del propio yo. Por el contrario, el narcisista hipervigilante no se siente superior a los demás, sino simplemente diferente. No es exhibicionista y suele pedir o exigir ser cuidado por los demás. A veces dan respuestas PER infantiles (como los histriónicos). En ocasiones pueden aparecer respuestas MOR y de Vista (que no aparecen en el narcisista ignorador), lo que sugeriría que el hipervigilante usaría las defensas narcisistas para defenderse de un autoconcepto pobre.

Trastorno borderline de la personalidad

Se caracterizan por describir la realidad desde un estilo impresionista. Desvalorizan al examinador y al test, pero no a través de respuestas PER, sino directamente con sus comentarios. Otra de las características que aparece es la disociación, que a menudo oscila entre la rabia y la pasividad.

En los trastornos antisociales y psicopáticos aparecen aspectos similares a los del borderline, pero con mayor preocupación por la agresión.

Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Procesan la información con un estilo hipoincorporador o hiperincorporador. DQ+ suele ser igual o superior a la mitad del total de las respuestas.

Trastorno de la personalidad por evitación

Su preocupación central gira en torno a sentirse humillados o avergonzados. Evitan a los demás porque temen que no les tengan en consideración suficiente. Procuran pasar inadvertidos. En el Rorschach se autodesvalorizan, dan protocolos cortos (R<19), con muchas respuestas populares (P>10)y poco más.

Trastorno de la personalidad por dependencia

Desde el punto de vista conductual se parecen a los evitativos, pero presentan Rorschach muy diferentes. El dependiente presenta protocolos largo (R>27), Fd>1 y T>1. Aunque parezca una contradicción, a>p, pues emiten mucha conducta activa en busca de apoyo. A veces tienen respuestas activas y pasivas simultáneamente. Suelen puntuar con COP >AG y AG=0, pues no parecen dispuestos a representar el mundo de las relaciones como agresivo o competitivo.

Resumit per Esther Aragón

 

VI Reunió Anual Oberta de la SCRIMP

Planificació de Tractaments amb Tècniques Projectives

El Dr Erdberg ens va donar, en el seu estil molt didàctic i pragmàtic, una sèrie d’indicadors sobre la planificació dels tractaments que com a psicodiagnosticadors hem de poder transmetre a la persona que portarà a terme la teràpia.

S’ha fet molta investigació en els últims anys sobre planificació i resultats de tractaments i ens va animar a fer investigació en aquest sentit ja que per ell és el punt més important de l’aplicació diagnòstica: el tractament.

La funció més important del avaluador és facilitar informació al derivant, sobre tot quan es tracta d’organismes que han de prendre decisions i planificar actuacions de cara el pacient, aquesta informació que es transmet és la que justifica i dona valor al procés psicodiagnòstic. Cada vegada es demanarà més al psicodiagnosticador que faci recomanacions sobre quines actuacions cal iniciar.

Hem de seguir una sèrie de passes:

  • Primer seria fer un diagnòstic diferencial.
  • Segon identificar el client i saber quines són les seves necessitats.
  • Tercer fer l’anàlisi exhaustiu del Rorschach.
  • Com presentar el que hem trobat.

A continuació va passar a donar-nos els aspectes que s’han estudiat sobre la planificació dels tractaments.

EB i les seves diferències a la vinculació al tractament, segons si són extratensius (la vinculació al tractament serà més fàcil) o intratensius (es vincularan amb més dificultat).

EA < 6 o CDI positiu independent del C.I. i del nivell educatiu es basa en la força del jo, inicialment s’hauria de basar el tractament en un recolzament.

D – , si està en -2 o -3 indicant una situació de crisi, el millor enfocament inicial és el recolzament.

T > 1, ens hem de preguntar si ha tingut alguna pèrdua recent de qualsevol tipus i es troba en situació de dol.

Afro < 50, molt d’esforç per limitar la quantitat d’afecte que entra del seu món. Important en nens.

Afro > 50, molt distret, es fa difícil planificar un tractament.

CF + C > FC, intenses explosions afectives, se l’hauria d’ajudar a identificar precursors.

HVI positiu, seria el predictor més negatiu, no confia en les relacions interpersonals.

COP > 2, ens diu que els altres li tindran simpatia i voldran la seva relació.

COP = 0 ò 1, els altres no el troben tan simpàtic, menys disposats a ajudar-lo.

GHR < PHR, no entén be que està passant en el món interpersonal

A continuació les nostres companyes M. Pastor, Vera Campo i Nancy Vilar ens van exposar els seus casos en l’àrea infantil, adolescent i d’adults, aportant tant els gràfics com el Rorschach, que van resultar molt il·lustratius, sobretot amb les aportacions que va fer el Dr. Erdberg.

Resumit per Àngels López Petit

 

Sobre el hombre de la camisa Rorschach

En efecto, tal como apunta Vera Campo en su artículo Sobre la personalidad y las relaciones interpersonales del “testador” Rorschach, el cuento de Ray Bradbury titulado El hombre de la camisa Rorschach constituye, sin duda, una joya, especialmente para quienes tienen el alma dividida entre la Psicología (el Rorschach) y la literatura. Como ella, pienso que el cuento trata, sobre cualquier otra consideración, de las soledades de los que trabajan con el Rorschach y, por extensión, de los fantasmas que acechan al psicólogo en su quehacer diario.

En primer lugar, me viene a la mente el poder que se le atribuye al psicólogo (tanto diagnosticador como terapeuta) desde la calle. Un poder referido básicamente al conocimiento, que en el cuento viene representado, no por los pasajeros del autobús que “interpretan” la camisa Rorschach, sino por el semioculto narrador, que, desde la primera persona (es decir, espacio incuestionablemente subjetivo), nos describe al protagonista como “Gandhi-Moisés-Cristo-Buda-Freud”.

El Hombre de la Camisa Rorschach nos muestra la cara más humana del psicólogo, aquella cara que es la que permite acercarse a los demás y que al mismo tiempo lo impide, pues infringe la regla de oro de la distancia emocional, mal llamada neutralidad u objetividad. Nuestro protagonista sólo puede llegar a los demás cuando se sitúa a su misma altura al conocer sus propias imperfecciones, que son, simultáneamente, las que deciden alejarlo de sus pacientes. Pareciera que el psicólogo, ante la evidencia no sólo de la complejidad humana, sino también de la facilidad para el error y el (des)conocimiento, siente cierto vértigo, como si estuviera a punto de lanzarse por un trampolín, y decidiera tomar carrerilla para confirmar su triple salto mortal. Debe, para poder acceder a la mente de los otros, ser uno más de ellos, para lo cual tiene que dejar de ser él mismo, desclavar “la chapa dorada con el nombre de Brokaw del consultorio“. Y sólo a partir de entonces descubrimos al Hombre que hay tras el psicólogo. Con un lenguaje un tanto irónico, Bradbury nos da a entender que no se ha convertido el psicólogo en un hombre gris cualquiera, sino en alguien profundamente cargado de emociones y connotaciones humanas: “llevaba pantalones bermudas. Sandalias mejicanas de cuero negro. Una gorra de béisbol de los Angeles Dodgers. Gafas francesas para el sol.” ¿Y no nos remite todo ello a la vocación? ¿A la irremediable necesidad de continuar dedicándose a lo mismo, a pesar de todo?

Bradbury, desde la literatura, nos habla del tratamiento psicoterapéutico, que actúa como mediador entre el sujeto y sus propias capacidades de mejora. En algún momento, el psicólogo del cuento reconoce seguir imponiendo las manos. Y de nuevo, el narrador nos apunta el modo en que lo hace: “iba dejando detrás abortadas carcajadas y sofocadas risitas que luego se contagiaban convirtiéndose en rugidos de hilaridad. (…) Juntaba en un todo nuestros yos separados”.

El hombre de la camisa Rorschach constituye en cierta manera, un retrato naif de la imagen pura del psicólogo (la del mundo de las Ideas, de Platón), inexistente y aséptica, a la que una parte de nosotros aspira: a la preocupación única en lo humano, al amor por el Hombre, sin más; hasta el extremo de dejarlo todo por este ideal.

Desde el punto de vista literario, esta narración se encuentra a caballo entre el cuento o relato corto, por su forma y estructura, y la poesía, que puede leerse a borbotones entre sus líneas. En cualquier caso, termina con un final feliz para el doctor Brokaw y lleno de esperanza para nosotros: “Lo último que vi de él fue que se mantenía gloriosamente a flote”.

Esther Aragón

 

Réplica a “Investigación y Ciencia”

A continuación os ofrecemos copia de la carta enviada por Vera Campo a la revista Investigación y Ciencia, en réplica al artículo “El Rorschach y otros tests proyectivos”.

No es muy frecuente, pero a veces aparecen en la prensa artículos difamatorios sobre el Rorschach y las técnicas proyectivas. Realmente no se entiende bien la intencionalidad de atacar a estas pruebas, sobre todo cuando son utilizadas por profesionales de orientación teórica completamente dispar. Parecen simples diatribas de personas que rechazan métodos que desconocen, y generalmente corresponden a un perfil bastante determinado: profesores universitarios, encerrados en sus laboratorios, lejanos a la práctica tanto clínica como escolar o industrial.

De otra forma es incomprensible, ya que cualquier científico, sea de la rama de la ciencia que sea, no desprecia métodos que no utiliza en su práctica cotidiana sino que los respeta, y solicita la ayuda de un colega que los maneje cuando en una tarea concreta necesita de su utilización.

Por último, no deja de llamarnos la atención que la revista no haya siquiera acusado el recibo de la réplica enviada en Septiembre del año pasado…

Esta es la carta:

Barcelona, 4 de Septiembre de 2001

Señor Francisco Gracia Guillén

Director General de Prensa Científica

Muntaner 339, 08021 – Barcelona

Réplica al artículo: “El Rorschach y otros Tests Proyectivos” de Lilienfeld, Wood y Garb (Investigación y Ciencia, Nº 298, Julio, 2001).

Quiero señalar que las opiniones de los autores -que ya conozco en base a sus hostiles publicaciones en el Journal of Personality Assessment y otras revistas americanas- corresponden muy exactamente a lo ya destacado por Weiner (1997) acerca de la terrible y temible ignorancia de los “académicos”, esto es, los profesores universitarios SIN experiencia clínica respecto del Rorschach y los tests proyectivos (seminario, Escuela de Rorschach de Barcelona, 1986). Dice Weiner (1997) -psicólogo clínico, psicoterapeuta, rorschachista y profesor de la Universidad de South Florida- para citar solamente uno de los clínicos expertos en estas materias: “Bien establecido como un instrumento de evaluación psicométricamente sólido, con numerosos corolarios conocidos en el funcionamiento de la personalidad, también es un instrumento dinámico para el cual continúan emergiendo nuevos métodos interpretativos y acerca del cual todavía hay mucho que aprender (el subrayado es mío)… Ampliamente utilizado y altamente valorado por clínicos e investigadores en muchos países del mundo, parece que a pesar de su fama aún no ha recibido el respeto académico que merece…” (p. 17). Y, además: “Los psicólogos que ensalzan los tests como dando más de sí de lo que es conocido que pueden hacer, o que los denigran (este me parece el caso del artículo que estoy comentando, que es un artículo de opinión, no de investigación) como haciendo menos de lo que es conocido, no se están comportando éticamente.” (p. 4, Weiner, 1991).

Solamente me voy a referir al Rorschach en esta réplica, pensando en la posible escasez de espacio en la revista Investigación y Ciencia. Como psicóloga clínica dedicada esencialmente al psicodiagnóstico durante los últimos 50 años -específicamente con el Rorschach aunque también recurro a otras técnicas proyectivas y objetivas- debo subrayar que las opiniones expresadas en el mencionado artículo NO merecen el respeto que pretenden, ya que tergiversan datos que desde hace muchos años son verdad en el ámbito clínico, como lo demuestran también los recurrentes “surveys” de Piotrowski y colaboradores (1989, 1992, 1993, 1993) publicados en diferentes revistas americanas, sobre la muy buena situación del Rorschach y otros tests proyectivos en la enseñanza de post-grado y especialmente en el uso clínico en los Estados Unidos. A juzgar por las recomendaciones finales de los autores, lo mejor sería borrar los proyectivos de todas partes, idea que presentan sin investigaciones que la sustenten, por lo que en realidad se trata claramente de una opinión sin más.

Si aspectos como los citados por Weiner no son tenidos en cuenta, si sólo se pretende depender de los tests llamados “objetivos” -los cuestionarios recomendados por los autores- que cuentan con y dan por sentado que los examinados responderán sinceramente a las alternativas propuestas -algo sumamente discutible tanto desde el punto de vista consciente como del inconsciente- el futuro del diagnóstico psicológico, aún con los tests “objetivos”, se halla realmente muy limitado.

Tampoco consideran los autores que el Rorschach es solamente en parte un test proyectivo. En el fondo se trata de un método (Weiner, 1994) perceptual-cognitivo de resolución de problemas en el que la proyección -en el sentido amplio de Frank (1948)- participa también, junto con otras defensas dentro de los aspectos más estructurales del método. Lo que además ignoran los autores es que el Rorschach no es un instrumento apto para realizar diagnósticos psiquiátricos del tipo DSM (Exner, 1993) ni para predecir conductas específicas, sino para describir el mundo interno de un sujeto, a partir del cual solamente se pueden inferir conductas manifiestas y la salud mental, dependiendo también de la orientación psicopatológica y teórica del observador que interpreta los datos del método Rorschach. Por ejemplo, Weiner (1997) sostiene: “Los evaluadores de la personalidad estarán bien aconsejados si recuerdan la observación de Lewin que la conducta es una función compleja e interactiva de la personalidad (cómo es la gente) y el entorno (las circunstancias en que se encuentra la gente). Desde que los métodos de evaluación de la personalidad solamente proporcionan información del lado de la personalidad de la ecuación de Lewin, raramente pueden estar solos como predictores de la conducta. Dado que el método de las manchas de tinta (RIM= Rorschach inkblot method) es en sí mismo un método de evaluación de la personalidad, ha demostrado una validez predictiva limitada durante su historia de 75 años, y hay pocas razones para esperar que a solas llegue a tener un poder predictivo en el futuro”. (p. 13).

Dicen los autores que “han revisado un gran número de investigaciones acerca de la fiabilidad y eficacia de los métodos proyectivos.” (p. 50). ¿Tal vez se han concentrado solamente en artículos críticos respecto de estos métodos? Desde ya respecto del Rorschach…

Aparte de señalar la necesidad de datos normativos, necesidad enfocada a fondo en los últimos congresos internacionales del Rorschach y Métodos Proyectivos (Lisboa, 1993, Boston, 1996, Amsterdam, 1999), de la ERA (Paris, 2000), de la reunión de invierno de la SPA, 2001, etc., además de la necesidad de someter los datos de la codificación a una prueba de coincidencia inter-jueces, ambas necesidades altamente aceptadas y respetadas por rorschachistas responsables, los autores acusan al Rorschach de no ser capaz de “descubrir la mayoría de los trastornos psiquiátricos” (p. 51). Como ya fuera señalado más arriba, el Rorschach no es un instrumento apto para diagnósticos psiquiátricos DSM, basados en conductas observadas. Sí sirve y cuán bien, para comprender cómo funciona una persona, cuáles son sus conflictos, sus fantasías y afectos, sus defensas, su estilo habitual de resolver problemas y tomar decisiones, etc., lo que llevará al psicólogo clínico experimentado a establecer, en un segundo paso inferencial y si le son requeridos, una impresión diagnóstica, junto a propuestas para la planificación de psicoterapias, el seguimiento -en base a la repetición de la prueba- de tratamientos tanto psicológicos como otros (véase al respecto, Perry y Viglione, 1991), la evaluación de dificultades en el aprendizaje, de casos forenses, etc., etc. Es que los autores caen en el más común de los errores: Pretender que el Rorschach haga lo que no puede ni debe hacer, es decir, establecer un diagnóstico psiquiátrico DSM o predecir conductas manifiestas.

Referencias:

Frank, L. K. (1948). Projective Methods. Springfield, Ill: Thomas.

Exner, J. E. (1974, 1986, 1991, 1993). The Rorschach: A Comprehensive System. Vols. I y II (1ra., 2da, y 3ra. ediciones). New York:Wiley.

Perry, W. & Viglione, D. J. (1991). The Ego Impairment Index as a predictor of outcome in melancholic depressed patients treated with tricyclic antidepressants. Journal of Personality Assessment, 56 (3), 487-501.

Piotrowski, C. & Keller, J. W. (1989). Psychological testing in outpatient mental health facilities: A national study. Professional Psychology, 20, 423-425.

Piotrowski, C. & Keller, J. W. (1992). Psychological testing in applied settings: A literature review from 1982-1992. Journal of Training & Practice in Professional Psychology, 6 (2), 74-82.

Piotrowski, C., Keller J. W. & Ogawa, T. (1993). Projective techniques: An international perspective. Psychological Reports, 72, 179-182.

Piotrowski, C. & Zalewski, C. (1993). Training in psychodiagnostic testing in APA-approved PsyD and PhD clinical psychology programs. Journal of Personality Assessment, 61, 394-405.

Weiner, I. B. (1991). Sobre competencia y ética en la evaluación psicodiagnóstica. Revista de la Sociedad Española del Rorschach y Métodos Proyectivos, 4, 4-8.

Weiner, I. B. (1994). The Rorschach inkblot method (RIM) is not a test: Implications for theory and practice. Journal of Personality Assessment, 62, 498-504.

Weiner, I. B. (1997) Current status of the Rorschach inkblot method. Journal of Personality Assessment, 68 (1), 5-19.

Dra. Vera Campo

Presidente de la Sociedad Catalana del Rorschach y Métodos Proyectivos. Miembro de las Sociedades Española, Europea, Estadounidense, Francesa, Inglesa e Internacional de la misma especialidad.

Nota: Una advertencia a la revista Investigación y Ciencia: El traductor/a del artículo en cuestión merece una llamada de atención. Ha traducido “object relations” como “relaciones objetivas”, cuando debería decir relaciones objetales, o sea los vínculos conscientes e inconscientes con otras personas. ¡Una aberración debida evidentemente a la falta de información psicológica!.

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